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Carlos Gershenson

febrero de 2001



Crítica a la Introducción a la Fenomenología del Espíritu

G. W. F. Hegel



La introducción comienza haciendo una crítica al concepto de conocimiento como medio o instrumento para llegar a lo absoluto (verdadero). La idea detrás de la crítica de Hegel es simple: lo absoluto debe de contener a todo, de forma tal que si se considera al conocimiento como un medio o instrumento para acceder a lo absoluto, se está considerando al conocimiento fuera de lo absoluto. En otras palabras, no es posible decir desde afuera de lo absoluto, lo que lo absoluto Es (1). Podríamos argumentar que no es posible autocontemplarse sin una herramienta o un medio (e.g. nosotros necesitamos a la sociedad para poder conocernos a nosotros mismos). Pero tal vez desde su tumba Hegel nos conteste un poco enfadado: "¡la ciencia es su propio medio e instrumento!" ¿Confuso? Depende...

Tal vez lo que hace "confuso" a los escritos de Hegel, es que describe conceptos paraconsistentes desde una lógica consistente. Lo hace formidablemente, pero a mi parecer hubiera facilitado las cosas a él mismo y a sus lectores si hubiese definido una lógica paraconsistente (2) (en cierta medida lo hizo, pero disfrazada).

/*Una lógica paraconsistente es aquella que permite que se obtenga alguna conclusión de premisas contradictorias (Priest y Tanaka, 1996). En lógicas consistentes (e.g. aristotélica, booleana, difusa), el axioma de no contradicción es, como todos los axiomas, una arbitrariedad. Podemos ser aún más arbitrarios y olvidarnos de ese axioma tan prejuicioso (¡no estamos diciendo que refleja la opresión a los esclavos en la cultura helénica!). Al hacerlo, podemos definir nuevas lógicas sobre nuevos axiomas. Al comprender las paradojas, estas dejan de ser contradictorias.*/

Bueno, nosotros consideramos a lo absoluto, y al Ser, como algo inalcanzable, por ser infinito. Pero al igual que un límite en matemáticas, nos podemos aproximar tanto como queramos. Cada quién tiene creencias/prejuicios distintos porque tienen experiencias distintas, por lo tanto, no pueden tener conceptos iguales (es por esto que los conceptos generales son difusos, por que se generan de experiencias distintas basándose en creencias distintas), y por lo tanto, no puede haber una teoría absoluta, ya que todos tenemos puntos de vista y conceptos no iguales. (También estas ideas). ¡Es por esto que seguirá habiendo filosofía! La ventaja de la paraconsistez, es que se puede contener a sí misma (en sistemas consistentes la autocontención implica contradicción (en sistemas paraconsistentes también es contradictorio, pero esta contradicción se puede comprender y manejar)). Y una cosa que me agrada bastante de Hegel, es que predice (aunque inconscientemente), cómo es que su sistema va a ser superado. El conocimiento evoluciona precisamente de la forma que él predice, lo cual, por un lado valida sus ideas, y por otro lado, las vuelve obsoletas.

De forma similar, podemos decir y explicar por qué la gente piensa distinto. Si alguien niega nuestras ideas, es porque piensa distinto, corroborando nuestras ideas (aunque si piensa igual, las contradice). En fin, creo que hemos llegado a una etapa en el desarrollo del conocimiento, en que lo verdadero o falso han dejado de importar (debido a la relatividad de la verdad), para darle más atención a qué tan completa es una idea. Y las contradicciones son más completas que las verdades, ya que contienen tanto verdades como falsedades.

¿Y Hegel qué? Bueno, a continuación, en la Introducción expone el propósito de la Fenomenogolía del Espítiru: el saber que se manifiesta, el cual define como "el camino de la conciencia natural que pugna por llegar al verdadero saber o el camino del alma que recorre la serie de sus configuraciones como otras tantas estaciones de tránsito que su naturaleza le traza, depurándose así hasta elevarse al espíritu y llegando, a través de la experiencia completa de sí misma, al conocimiento de lo que en sí misma Es" (p. 54).

Nada está libre de sus propios límites.

Es claro que la conciencia evoluciona al contemplarse y conocerse a sí misma, en esto estamos muy de acuerdo con Hegel. Al realizar este autoconocimiento, la conciencia crece, de forma tal que se hace menos incompleta en cada una de sus configuraciones (y por lo tanto depende de todas). Pero, otra vez, la "experiencia completa" es inalcanzable, gracias a nuestra finitud (¡pero nos podemos acercar tanto como queramos!). Bueno, Gödel (1931) ya probó que todo sistema basado en axiomas es incompleto. Y de los axiomas/prejuicios no nos podemos librar. Los podemos mejorar, pero siempre estarán ahí...

Lo curioso es que Hegel no se hace caso a sí mismo, ya que dice "...el escepticismo proyectado sobre toda la extensión de la conciencia tal como se manifiesta es lo único que pone al espíritu en condiciones de poder examinar lo que es verdad" (p. 55). Y al decir "Señores, aquí se acabó el pan" (cita atribuida a leyenda atribuida a Schopenhauer), lo que se acabó, fue el escepticismo de Hegel.

Pero la idea de Hegel es lo importante: cómo ha evolucionado el conocimiento. Así, Hegel continúa la Fegomelononía del Estípiru exponiendo su método de desarrollo, la cual comienza:

"Esta exposición, presentada como el comportamiento de la ciencia hacia el saber tal como se manifiesta y como investigación y examen de la realidad del conocimiento, no puede llevarse a cabo sin arrancar de algún supuesto, que sirva de base como pauta" (p. 56). Esto es, uno no puede crear un sistema sin axiomas (lo que lo condena a ser incompleto, pero bueno) Hegel también ve a esta pauta como la esencia o el en sí o el concepto. Podríamos decir también que son las creencias en las que se basa la razón, y lo que Schopenhauer llamará sujeto. Es a partir de esta pauta que conocemos al objeto.

Dado que la pauta es para nosotros, pareciera que no se está alcanzando la verdad del saber (la correspondencia de la pauta con el objeto). Hegel argumenta que "la naturaleza del objeto que investigamos rebasa esta separación o esta apariencia de separación y de presuposición." (p. 57) (lo cual es una presuposición). Pero "...la conciencia nos da en ella misma su propia pauta, razón por la cual la investigación consiste en comparar la conciencia consigo misma..." (p. 57). Es decir, el en sí no es sólo para la conciencia, sino que también está en ella, ya que la conciencia contiene tanto al concepto como al objeto.

Es a través de la experiencia, que se puede comprobar la correspondencia del concepto con el objeto, dentro de la conciencia. Estas verdades serán relativas, dependientes del contexto en el que se hayan formado. Todas las ideas son válidas en el contexto en el que fueron creadas. De una forma dialéctica, el concepto forja y define al objeto, pero el objeto también define al concepto. De esta forma, la conciencia puede evolucionar a través de la experiencia de sí misma, siendo en cada etapa menos incompleta.

Pero la autocontemplación no es criterio necesario y suficiente de verdad absoluta, ya que la conciencia, al igual que nosotros, es finita. Según Hegel, la conciencia llegará a un punto en el que el concepto coincida con el objeto, y entonces se habrá alcanzado la verdad absoluta. Estamos de acuerdo que sería así, pero no en que sea posible.

A continuación exponemos nuestras ideas expuestas en una crítica a Descartes acerca de la "certeza" del conocimiento, que son muy similares a las expuestas por Hegel en la Femonelogonía del Epístiru, se han enriquecido con las mismas, y esperamos que aclaren un poco a las ideas de Hegel (ya que nuestro discurso es desde un sistema paraconsistente).

Antes de poder pensar o experimentar, tenemos que creer. En que existimos, en primer lugar, ya que esto no se puede probar ni con la razón (tenemos que suponer que existimos para poder razonar) ni con la experiencia completamente. La razón se basa en las creencias y en la fe, ya que estos son sus axiomas. A su vez, la experiencia se basa en las creencias, ya que estas también son necesarias para poder experimentar. Pero ¿cómo llegan las creencias y la razón con sus conceptos a formarse? Es por medio de la experiencia. Al repetirse la presentación de un objeto, es que nos podemos formar un concepto de él, y al experimentar el mundo, es que podemos creer en él y formar creencias acerca de él. Las creencias y la razón se basan en la experiencia. ¿Pero cómo podemos manejar y asimilar nuestras experiencias y creencias? Necesitamos de la razón. La experiencia y las creencias se basan en la razón. Entonces, las creencias, la razón y la experiencia se basan todas en todas, las unas en las otras. ¿Más complicado que el huevo y la gallina? ¿Qué fue primero: las creencias, la razón o la experiencia? Las tres. Cada una necesita de las otras, y es por medio de sus interacciones que se evolucionan y se revolucionan a sí mismas. Es sólo cuando tenemos las tres que podemos hablar de conocimiento, y de ser (relativo). Es dentro de lo que Hegel llama conciencia que las creencias, la razón y la experiencia dan cabida a la Metafísica, a la Lógica y a la Ciencia Empírica, respectivamente; las cuales también se evolucionan y revolucionan mutuamente. En la Figura 1 se muestran estas ideas gráficamente:





Hegel ve a las creencias un poco mezcladas con la razón en lo que llama concepto. Y separa al objeto de la experiencia, ya que ve a esta última más bien como la función de la conciencia, la interacción entre concepto y objeto.

Pero bueno, son distintos puntos de vista, por que vienen de distintos contextos. Pero hay muchas cosas en común entre estos contextos. Esto indica que es más probable de que ambos estemos en lo correcto.



Referencias



Gershenson, C. (1998) Lógica multidimensional: un modelo de lógica paraconsistente. XI Congreso Nacional ANIEI, pp. 132-141. Xalapa, México.

Gershenson, C. (1999). Modelling Emotions with Multidimensional Logic. Proceedings of the 18th International Conference of the North American Fuzzy Information Processing Society (NAFIPS '99), pp. 42-46. New York City, NY.

Gödel, Kurt (1931). "Über formal unentscheidbare Sätze der Principia Mathematica und verwandter Systeme, I." Monatshefte für Mathematik und Physik, vol. XXXVIII, pp. 173-198.

Priest, G. y Tanaka, K. (1996). "Paraconsistent Logic", Stanford Encyclopedia of Philosophy.


NOTA: Las referencias del autor pueden encontrarse en http://turing.iimas.unam.mx/%7Ecgg/jlagunez, junto con otros recursos relacionados.

1. Para evitar confusiones metafísicas, hemos definido dos tipos de "ser": el Ser absoluto, válido en y para todo el universo; y el ser relativo, válido en y para cada individuo dependiendo de sus creencias, experiencias, y razón (contexto).

2. Para un ejemplo de lógica paraconsistente, referirse a Gershenson (1998; 1999).


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